sábado, 10 de noviembre de 2012


 DEPRESION Y CANCER


 

Estudios realizados en Estados Unidos sobre una muestra de pacientes,  y publicados en una prestigiosa revista especializada,  confirmaban que la aparición de cáncer en aquellos pacientes con una enfermedad depresiva de base,  alcanzó el alto índice del 88%, demostrando así que la depresión afecta al sistema inmunológico, debilitándolo, o valga la

“ deprimiéndolo”.

 No es casual el uso de esta palabra para definir la disminución de la actividad del sistema dedicado a la defensa del organismo.

Es sabida la relación soma- psique , y como esta afecta al cuerpo cuando se halla presa de alguna enfermedad importante, como lo es la depresión, antiguamente llamada melancolía. Si el sujeto  esta deprimido, el deseo de vivir, o pulsión de vida,  pierde su fuerza ante el deseo cada vez más importante de morir, pulsión de muerte o de destrucción,; 

Lo particular del cáncer,  y en lo cual suponemos un alto grado de intervención psíquica, es que una célula o grupo de células dañadas en su material genético determinan un patrón anormal de crecimiento y reproducción. Pero no serian capaces por si solas de  desarrollar todo el proceso, porque  existe un mecanismo por el cual, cuando una célula padece una alteración (mutación) irreparable, se “suicida” antes de volverse peligrosa. Este mecanismo llamado “apoptosis”, esta alterado en las células atípicas, llamadas cancerosas. Como ella no muere, propicia su crecimiento y la de sus descendientes, creciendo y propagándose de manera descontrolada, invadiendo lo que encuentra a su paso, tejidos, órganos.

Entonces,  aparece la pregunta básica que aun no ha encontrado respuesta:  el crecimiento de un tumor, su carácter invasivo,  obedece a una falla en la vigilancia inmunológica del sujeto?

El psicoanálisis propone un concepto de muerte, donde esta siempre acontece en lo psíquico, sobredeterminando la existencia del sujeto. Freud dice que el sujeto biológico muere, cuando el sujeto psíquico deja de desear.

Así, la estructura de base melancólica en el enfermo canceroso lo sitúa en un borde entre la vida y la muerte, amenaza de muerte anticipada que, en vez de jugarse en el acto suicida, como lo hace el melancólico, se juega de manera solapada,  a nivel biológico, bajo un mecanismo de autodestrucción cuyo fin es el mismo: acabar con la vida.

Un cuerpo invasor en el propio cuerpo, aceptado por el sistema destinado a la defensa. Un enemigo íntimo.

Desde el psicoanálisis, la propuesta es una terapia que ayude al enfermo a elaborar estas tendencias  autodestructivas, tendiendo, a mejorar el desempeño inmunológico.

En otros casos, analizar en el enfermo depresivo la falta de deseo de vivir,  en una suerte de prevención del desarrollo de enfermedades graves, como el cáncer.

 

 

                                                                      

Lic. Alejandra Madormo

Psicòloga- Psicoanalista

Especialista en Psicosomàtica

alejandramadormo@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario